sábado, 12 de diciembre de 2009

Teatro

Cuantas veces he hablado con palabras indecibles,
palabras del corazón.

Como el día en que el sol se escondió,
dejando la ilusión morir
y el ayuno pronunciar,
entre sombras eh de hablar,
pues tu luz no brilla mas,
no para mis ojos.

Y ahora actúo en el teatro abandonado,
donde la ilusión es solo un espectador,
donde la magia no existe más,
ni un gramo de dolor,
pues todo es actuación.

Este lugar es donde las estrellas mueren,
para convertirse en un recuerdo pintado tras el telón,
el cadáver de la luna cuelga de una soga,
junto a su amor eterno el sol,
solo esperan el momento de salir a escena
y ser parte de la falsa vida
que el escritor traza en sus melancólicas líneas.

Ahora te pido; Abre tus ojos,
heme aquí, un recuerdo de tu imaginación,
un fantasma es tu voz,
solo la locura hace menguar el sonido del color,
que agoniza en este mi escenario.

Adelante! pasa y toma tu asiento,
la aventura está a punto de comenzar,
el precio?
el precio es mi vida,
y yo ya estoy muerto…

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