Y ahí estábamos,
dos cuerpos extraños,
dando un abraso de antaño
y yo temiendo tus finos labios,
dudando de tu estado de mortal,
creyéndote siempre angelical…
Y solos en medio de la multitud,
con cientos mirando,
quizás envidiando,
poco importa,
yo solo deseaba tenerte entre mis brazos.
Y así pasaron las horas,
el sol se marcho al morir la tarde
y al abrigo de nuestra soledad,
me diste de tu luz
y venciendo mi temor,
me entregue a tu hechizo de amor
y la noche me consumió en locura,
a la luz de tu extravagante ternura…
wow, : )
ResponderEliminarakari dreams ~