domingo, 31 de enero de 2010

Limitantes

Mis lágrimas recorrían mi rostro como arroyos,
tú me enseñaste a llorar
y ahora te burlabas de mi,
mi vista ya no estaba en mi,
estaba absorbido por el deseo de hacerte feliz,
la crudeza de tus palabras hacían pedazos mi piel.

Clamaba al cielo por ti,
ya no estabas a mi lado,
pero eso ya no importaba,
yo estaba muriendo,
pero eso tampoco importaba,
te miraba y miraba un espejo del pasado,
me miraba en tus ojos, en tu frialdad…

Quería despertarte de la muerte,
una vez más olvidaba mis limitaciones, (suelo hacer eso cuando amo)
entonces sin nada que hacer,
sin nada que decir,
volví a mi tumba mientras tu contruías la tuya…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Critica... Si quieres...