sábado, 5 de septiembre de 2009

Hombre perfecto

Y en mi encuentro con el sabio viajero
me dice: Tu hombre, sufres por amor...
Y mi mente piensa en quien fue mi musa...
mi razón de ser...
Y es que en cada episodio ah sido así,
una musa, una razón, un porque...
Y yo, el escritor que pinta con tinta de sangre...
Y eh aquí una reprensión de parte del viajero;
"Tu necesitas amor de verdad,
de donde emana el amor,
de la fuente de vida,
de quien le puso límites al mar...

Y mis palabras rebeldes e irreverentes,
hacen surgir una guerra en mi interior,
alma contra espíritu,
sabiduría contra fe...

Y me encuentro con mi alma pendiendo de un hilo,
en medio de dos copas de sangre,
mi tendencia suicida y la sangre divina.

Y aquí emana el dogma de mi rebelión...
Como olvidar esos ojos pecaminosos...
Esos labio... Esa piel...
Su olor cautivante y alucinante...

Como conseguir la santidad necesaria,
con semejante pecado ante mis ojos?
Hoy sufro un castigo divino por un error carnal,
deseando alcanzar la estatura del varón perfecto...

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