Con un suspiro me robas el aliento
y tengo que sostener mi pecho,
pues siento que algo quiere
salir flotando hacia el cielo
con solo escuchar tu voz
y esas pequeñas risitas que me enloquecen...
Apenas te conocí ayer
y hoy no puedo dejar de pensarte...
De extrañarte...
De escribirte...
No puedo dejar de suspirar y sonreír,
cada vez que mi memoria me susurra tu nombre...
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